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Muchas gotitas viscosas se encuentran desperdigadas por el mundo y hay que recuperarlas como sea. Bajo esta peculiar premisa se presenta World of Goo, un original juego de ingenio controlado mediante el ratón.

Las protagonistas de World of Goo son las bolitas, formadas por una misteriosa sustancia elástica de color parduzco. A pesar de su apariencia desvalida y su mínima inteligencia, pueden sobrevivir en condiciones muy adversas. Con algo de esfuerzo, es posible conectarlas para construir estructuras complejas, como puentes o torres, que recorrerán de nodo en nodo.

Al arrastrarla, cada bolita que esté despierta puede ser utilizada para extender la estructura hacia la dirección indicada. Además de los elementos hostiles de cada nivel, el principal enemigo de World of Goo son las leyes de la física: si construimos estructuras inestables, el intento de rescate fracasará. Además, hay un cupo mínimo de bolitas a rescatar.

Los 48 niveles de World of Goo pueden resolverse de muchas maneras, pero seremos recompensados cada vez que mejoremos nuestras marcas. Algunas bolitas tienen poderes especiales, como el deshacer la última acción o ser reutilizadas. Todo esto hace que World of Goo pueda volver a jugarse muchas veces sin perder frescura.

World of Goo resulta adictivo desde el principio, con gráficos agradables, una banda sonora excepcional y graciosos efectos de sonido que hacen que nos encariñemos de esas pequeñas bolas pegajosas. Con buenas dosis de humor repartidas por las pantallas y un esquema de juego divertidísimo, puede aspirar a ser el puzle del año.